Debido a la constante evolución en la producción y transferencia del conocimiento, en aumento durante la última década, contrastado con la existencia de políticas educativas orientadas al desarrollo e inclusión de metodologías y técnicas actualizadas aplicables al proceso de enseñanza-aprendizaje, ha generado que las unidades administrativas y académicas realicen esfuerzos aislados en el área de tecnificación de la educación superior, dando lugar a la subutilización de recursos.

En respuesta a las carencias existentes respecto a la optimización de recursos didácticos, metodológicos y tecnológicos orientados a la educación virtual, desde la academia se desarrollaron nuevas formas y métodos de innovación educativa para el perfeccionamiento y tecnificación del sistema de educación superior y el fortalecimiento de la formación estudiantil, académica y profesional.

No obstante dichos esfuerzos, se tenía necesario contar con una estructura organizativa encabezada por una dependencia coordinadora del proceso de tecnificación educativa, que contribuyera al cumplimiento de la Política de Educación a Distancia en Entornos Virtuales y de esa cuenta coordinar programas de educación virtual para la actualización y capacitación constante de los docentes con la utilización de las nuevas tecnologías de la información y comunicación.